En más de una ocasión nos hemos preguntado cuál es la función que desempeña el procurador. En este sentido, podemos decir que un procurador o procuradora es el encargado de representar al cliente en el Juzgado en cualquier procedimiento de ámbito judicial. Además, es recibe las notificaciones que se generan el proceso judicial (notificación de autos, de sentencias, etc) y es también el que presenta los escritos aportados por el abogado.
Se podría decir que son los intermediarios entre el cliente y el juzgado, porque su labor es intermediar con las partes del proceso judicial. Su figura es imprescindible y necesaria en prácticamente todos los procesos tales como civiles, penales o de familia, pero se puede prescindir de ellos en otros como los relacionados con el ámbito de la jurisdicción social, como puede ser un despido.
En este sentido, también se puede decir que el procurador se encarga de tramitaciones de oficios, mandamientos o exhortos, así como la publicación de anuncios en Boletines Oficiales. También se encargan de gestionar y pagar las tasas judiciales de los clientes.
Su labor además, es ayudar a que el proceso judicial se acelere, presentando todos los escritos necesarios para que no surjan demoras o dilaciones en la tramitación del asunto.
El procurador, a diario está informado y recibe notificaciones de los clientes por parte del juzgado, que posteriormente se ponen en manos del abogado que lleva el caso.
Además, se encarga de verificar y contabilizar los plazos o vencimientos o las fechas de las vistas, llevando un control y seguimiento del caso.
Diariamente la figura del procurador está presente en la sede judicial para, presentar los escritos y realizar todas las gestiones necesarias para el buen desarrollo del proceso judicial.
El contacto diario con los Tribunales los convierte en uno de los profesionales que mejor conocen el funcionamiento interno y burocrático de un juzgado
